miércoles, octubre 31, 2007

Taller de sexualidad en la escuela: esas “raras” conversaciones


En el taller de sexualidad coordinado por la maestra tortillera Valeria, en la escuela Nº 348 de Neuquén, se desarrolló una charla para 7º grado con: Ayelén ((fugitivas del desierto – lesbianas feministas); Vicky ((Asociación Conciencia Vihda, en defensa de la identidad travesti) y Andrés (Comunidad Homosexual del Comahue).

Estas fueron algunas expresiones de las chicas y chicos antes de la charla: “Siento vergüenza de hablar con ellos”; “Yo me siento muy conmovido porque tuvieron fuerzas para venir”; “Está bueno saber cómo se sienten ellos al estar como quieren. Y lo que siento es orgullo porque no les da vergüenza ser lo que son y contarlo frente a nosotros”; “Siento intriga, vergüenza y nervios”; “Curiosidad, un toque de nervios, ansiedad por conocerlos”.

Al finalizar una charla distendida, con muchas preguntas, risas, murmullos, y una escucha atenta, sus expresiones fueron: “Me sentí vergonzoso y no les quise preguntar nada a ella y ellos”; “Muy feliz porque dijeron lo que viven”; “Yo no siento nada porque son personas común y corrientes nada más que gay y lesbiana”; “Al medio de la charla no me podía contener la risa, pero estuvo bueno y eran rebuenos los chicos y chicas”; “A mi me gustó que charlaran con nosotras/os y me sentí muy cómoda”; “Yo me sentí cómoda a pesar de todo lo que hablamos me regustó, son muy buenas y sinceras. Estuvo muy bueno, me cayeron bien, sobre todo lo que hablaron, estuvo muy buena la charla”.

miércoles, octubre 24, 2007

Aquí están, estas son....


Queríamos visibilidad...¡tenemos visibilidad!

Queremos ser libres...¡vamos por ello!

¡Cuidado, hipócritas de toda laya!

martes, octubre 23, 2007

Hoy estamos así: Poema III


Porque ya no somos jóvenes, las semanas han de bastar

por los años sin conocernos. Sólo esa extraña curva

del tiempo me dice que ya no somos jóvenes.

¿Caminé yo acaso por las calles en la madrugada, a los veinte,

con la piernas temblándome y los brazos en éxtasis más pleno?

¿Acaso me asomé por alguna ventana buscando la ciudad

atenta al futuro, como ahora aquí, esperando tu llamada?

Con el mismo ritmo tú te aproximaste a mí.

Son eternos tus ojos, verde destello

de hierba salvaje refrescada por la vertiente.

Sí. A los veinte creíamos ser eternas.

A los cuarenta y cinco deseo conocer incluso nuestros límites.

Te acaricio ahora, y sé que no nacimos mañana,

y que de algún modo tú y yo nos ayudaremos a vivir,

y en algún lugar nos ayudaremos tú y yo a morir.


Adrienne Rich
(fragmento), de XXI Poemas de Amor

jueves, octubre 18, 2007

Fugitivas lesbianizando Córdoba




Estuvimos en Córdoba, en el 22 encuentro nacional de mujeres. Hubo lo de siempre, y más: pasión, reencuentros, amistad, compañerismo, nuevas relaciones que prometen, activismo, vértigo, poesía en los rostros y en las pieles, sonrisas y miradas crispadas, mala alimentación del estómago y buena de la cabeza y el cuore. Acá van algunas imágenes para que ¡pasen y vean!

jueves, octubre 11, 2007

Potencia tortillera en Córdoba


Gente, nos estamos yendo a Córdoba, al 22 encuentro nacional de mujeres. Ojalá nos veamos por allá. ¿Cómo encontrarnos? Usaremos unas remeras negras con una leyenda en blanco que dice: "Potencia Tortillera". ¡No dejen de saludarnos...!

La antología




¿tú eres

la gran poetisa

Susana Etcétera?

mucho gusto

me llamo Petrona Smith-Jones

soy profesora adjunta

de la Universidad de Poughkeepsie

que queda un poquipsi al sur de Vancouver

y estoy en la Argentina becada

por la Putifar Comisión

para hacer una antología

de escritoras en vías de desarrollo

desarrolladas y también menopáusicas

aunque es cosa sabida que sea como fuere

todas las que escribieron y escribirán en Argentina

ya pertenecen a la generación del ‘60

incluso las que están en guardería

e inclusivamente las que están en geriátrico

pero lo que importa profundamente

de tu poesía y alrededores

es esa profesión –aaah ¿cómo se dice?-

profusión de íconos e índices

¿tú que opinas del ícono?

¿lo usan todas las mujeres

o es también cosa del machismo?

porque tú sabes que en realidad

lo que a mí me interesa

es no sólo que escriban

sino que sean feministas

y si es posible alcohólicas

y si es posible anoréxicas

y si es posible violadas

y si es posible lesbianas


Susana Thenon (1937-1990) Bs As. Poeta, traductora literaria y fotógrafa artística. Y admirada por las fugitivas.

Recomendado para googlear


Las Krudas

Grupo de hip hop de lesbianas feministas de Cuba, se reivindican negras, tortilleras y gordas. Sus discos son financiados con el dinero que se recauda poco a poco por las calles. Sus letras denuncian la discriminación y opresión, además de luchar por el respeto a la diversidad. "Haciendo hip hop yo soy mujer, no soy la perra que vas a morder, no soy la cosa que vas a coger”, dice una de sus canciones. También hay otra que dice “la mujer no es nalgas y pecho solamente, pues tiene cerebro y siente”. Otro de sus temas se llama "120 horas rojas", que habla sobre la menstruación.Color y música contra el racismo y heterosexismo.

¡Feliz día, mamá(s)!


Maternidades lésbicas




“La maternidad lesbiana es humillada o, en el mejor de los casos, ignorada”


“Las miradas de quienes oprimen desde un lugar de privilegio de una supuesta mayoría aparente vuelve “vulnerable” a lo que aparece como una minoría en su invisibilización, legitimando la contradicción o paradoja a la que deben enfrentarse las lesbianas que se animan a atravesar la línea de la prohibición , por lo tanto, se exponen a la culpa o al castigo: castigadas por querer ser madres y culpadas de egoístas o, castigadas porque como ser mujer es sinónimo de maternidad entonces cómo resignar o negar ese don y, además a modo de plus, atreverse a desterrar en el caso de las lesbianas, al hombre como portador de la “ley” en la familia, esto gracias a la gentil colaboración de algunas de las ideologías que introducen algunas de las teorías sobre las que se trabaja en salud mental. No se trata de la “familia tipo” sino de una familia “sin tipo”.”

Laura Eiven - Coordinadora de “Desalambrando- Buenos Aires



El ideal materno persiste fuertemente en la cultura como el deber ser de las mujeres., mandato adjudicado por el discurso patriarcal y capitalista. Desde esta perspectiva, la maternidad se vincula al matrimonio, la heterosexualidad y al parentesco. Como el sexo lésbico es no procreativo, la maternidad lésbica suele ser un tema desconcertante. Según Sara Amelia Espinosa Islas, maestra en Estudios de la Mujer por la UAM-X e investigadora sobre Maternidades lésbicas y familias de elección, del tema, hay tres formas de ejercer la maternidad desde la identidad lésbica:1)”aquellas mujeres que han concebido a sus hijas e hijos dentro de relaciones heterosexuales (que es la situación de la mayoría de las lesbianas con hijos/as en el país), casi todas en matrimonios. Estas mujeres primero fueron madres y luego se asumieron como lesbianas. La mayoría de éstas atraviesan una serie de conflictos y angustias al descubrirse o asumirse como lesbianas después de llevar una vida considerada como “normal”. Algunas más han atravesado o atraviesan sanciones, tensiones y desgastes producto de los juicios legales por la custodia o la patria potestad de hijas/os, ya que la incompetencia y lesbofobia de jueces, abogados y las propias leyes, llegan a significar serias desventajas para ellas, por lo que muchas prefieren permanecer “en el clóset”. Generalmente suelen pasar desapercibidas como lesbianas dado que existe la referencia previa de un hombre en su vida y la de sus hijos que invisibiliza por completo su identidad lésbica hasta que ellas deciden revelarla”.2) “las lesbianas, madres por opción, generalmente son mujeres sin hijos, que decidieron relacionarse con una pareja que si los tiene. Por decisión propia se asumen como madres y comparten algunos aspectos (pero no en su totalidad) de la crianza y convivencia con las hijas/os, con quienes llegan a fortalecer lazos afectivos y de amistad”.3)”las lesbianas madres, son las que primero se identificaron lesbianas y posteriormente eligieron ejercer su derecho a la maternidad. Esto, en lo cotidiano, se convierte en una acción política que cuestiona y desestructrura a las instituciones sociales. La maternidad para estas mujeres puede realizarse de distintas maneras: la reproducción asistida (inseminación artificial); la inseminación directa, que consiste en relacionarse con un hombre con la única finalidad de embarazarse; es decir, el sexo procreativo, reducido a la introducción del espermatozoide al óvulo y, por último, la adopción. Generalmente la decisión es tomada en pareja, aunque claro, también existen aquellas lesbianas solteras que optan por la maternidad”.En general, en el caso de las madres por opción y las lesbianas madres no biológicas el “rol de madre” se construye y se pacta de forma permanente en lo cotidiano. Sin embargo, su maternidad carece de reconocimiento y respaldo legal al igual que social. Las madres lesbianas y las lesbianas madres carecen de todo derecho en una sociedad heterosexista que privilegia las relaciones “tradicionales” por encima de los derechos humanos. No hay mucha claridad hacia dónde se dirige políticamente la maternidad lésbica, porque muchas veces suele tener más repercusión mediática el hecho de la maternidad lésbica que las lesbianas en sí mismas, como forma de seguir sosteniendo el ideal materno. Pero es necesario reconocer la maternidad de estas mujeres como una elección y cuestión política, y de alguna manera, el modelo heterosexista que ellas rechazan se va resquebrajando. Por eso, sería importante hablar de “maternidades”, un término que da cuenta las múltiples formas que adquiere en la cotidianeidad, con modos de ejercicio del ser madres diferentes, que construyen relaciones con hijas/os de maneras distintas, y que son mujeres con sus propias subjetividades.”Las teóricas feministas se han encargado, desde Simone de Beauvoir hasta Julia Kristeva, pasando por Adrienne Rich, de de-construir los significados que el patriarcado le dio a la maternidad, pero eso no es suficiente para producir cambios en la subjetividad de cada mujer. Ese cambio se produce desde distintos frentes: a través del pensamiento feminista que una mujer pueda haber internalizado hasta hacerlo propio, pero fundamentalmente gracias a un trabajo consigo misma. Esto implica, entre otras cosas, una radical revisión del vínculo interno con la propia madre y, si los tuviera, una revisión de la relación con sus propios hijos. Bien sea con los que tiene o con los que desea o necesita tener o con aquellos, virtuales, que decida no tener”, nos dice Isabel Monzón, otra estudiosa de estos temas. Por supuesto que para lograr que las maternidades lésbicas rompan el modelo monolítico del ser madre (heterosexual), se requiere de un profundo trabajo de desarraigo de viejos dogmas y mandatos identificatorios totalizadores, ya que las lesbianas no escapan al tema del “mítico instinto materno”. En articulación con este trabajo subjetivo, necesitamos de un movimiento colectivo que empodere a las mujeres, en especial, a las lesbianas.La diferencia con las mujeres heterosexuales es que cuando las lesbianas quieren tener hijos, su deseo escandaliza. Laura Eiven expresa al respecto: “Como dice Juan Carlos Volnovich en el libro “Adopción, la caída del prejuicio”, la medicina o la ciencia siempre vienen acompañadas de métodos para reparar o rehabilitar lo que consideran “las fallas” e introduce que sería poco pertinente pensar, a modo de ejemplo, que el problema del racismo se resuelva con la dermatología. Pues lo que nosotras queremos señalar es que la falla no es el lesbianismo sino el modelo injusto en que se sostiene este sistema de creencias. Pues bien, el “tema” de la maternidad lésbica se vuelve “problema” no en sí misma, sino por la “falla” de la intolerancia de ciertos sectores que vuelven ilícito o ilegítimo algo legítimo. Y esta especie de confusión articulada o armada, se resuelve desarticulando a través del cuestionamiento, transformando aquello que oprime y está tan naturalizado o acostumbrado que parece único, cierto e inamovible”.
Retomando una de sus preguntas que expuso en la mesa de maternidades lésbicas de un hospital de Bs As, “¿qué grado de “peligrosidad” conlleva concretar el deseo que aparece como prohibido, a punto tal de ser tan negadas, rechazadas y hostigadas las lesbianas?”, extraemos la respuesta de la misma exposición: “Creo que la verdadera “amenaza al sistema” que representamos las lesbianas no consiste solo en la posible “reproducción de lesbianas” sino en algo peor, la legitimación de un deseo donde lo que se reproduce, “no es para otrxs sino para mí” y eso, en un sistema capitalista de apropiación, merece, al menos un castigo”.